lunes, 2 de enero de 2012

¿A qué se debe el mal aliento o halitosis?

La halitosis es ese olor desagradable que se origina en la boca y que es percibido al hablar, y lo triste del caso es que el portador de este percibe muy poco o nada y la persona receptora del mensaje es quien lo percibe con mayor potencia.


En general el olor de la cavidad oral varía con el tiempo, el sexo, la edad, y las horas pasadas desde la última ingesta de alimentos.

 Es un problema muy frecuente en la población y se debe a dos fuentes esenciales: intraoral (factores dentro de la boca) o local y extraoral (provenientes del exterior) o general.

Halitosis de origen intraoral o local
La halitosis de origen intraoral está provocada por la descomposición, por parte de las bacterias bucales, de partículas de alimentos, células, sangre y algunos componentes de la saliva.

Las situaciones orales que producen halitosis incluyen: gingivitis, periodontitis, caries extensas, falta de higiene oral, y ulceraciones orales benignas o malignas. Tanto los procesos degenerativos que produzcan ulceras y necrosis, como la presencia de inflamación o hemorragia acentúan los procesos de putrefacción y la gingivitis y periodontitis son alteraciones que exhiben estos elementos.


Igualmente piezas dentarias en mal estado, sea por caries, falta de aseo o presencia de restos alimentarios entre los espacios de los dientes. Si después de comer la persona no tiene oportunidad de lavarse sus dientes, los restos alimentarios pronto entran en descomposición y causan mal aliento, de ahí la importancia de practicar buen aseo dental.

Otra causa local que es fácil encontrar en la cavidad oral es una infección. Ya sea que se instale en las encías, en las amígdalas o en los adenoides, con seguridad causará mal aliento. Será un cuadro pasajero, porque en cuanto se resuelva la infección, el paciente dejará de padecer su halitosis.

El mal aliento matutino es causado debido a la disminución del flujo salival durante el sueño, provocando una gran acumulación de bacterias.

La lengua es un gran refugio de bacterias debido a la presencia de papilas, por lo que es importante su cepillado para disminuir su acúmulo y prevenir el mal aliento.

Halitosis de origen extraoral

Entre las posibles causas de mal aliento se encuentran:
  • Causas respiratorias: sinusitis o un problema que afecte el flujo aéreo, o secreciones mucosas como los pólipos.
  • Causas gastrointestinales: hepatitis, fistulas colonogástricas, fistula aortoentérica y diverticulosis.
  • Causas metabólicas: algunas enfermedades como el síndrome de olor a pescado, problemas hepáticos y biliares.
  • Fármacos: algunos medicamentos que producen alteraciones en el aliento son el disulfiram, el dinitrato de isosorbida, el amonio triclorotelurado y las tetracilinas.

 La difícil digestión de ciertos alimentos también conlleva al mal aliento. Sobre todo en aquellos casos de personas con deficiencias vitamínicas o de enzimas digestivas que no logran metabolizar hasta el proceso final esos nutrientes. El mejor ejemplo quizá es la leche y sus derivados, quesos, cremas y otros, cuyo consumo es tan común y necesario para el humano. 

Pero también se hace necesario hablar de otras costumbres causantes del mal aliento. Como son la práctica del tabaquismo y del alcoholismo. Ambas conductas van de la mano con la halitosis, no pueden separarse.

La mejor manera de prevenir y tratar la halitosis es mantener un correcto aseo de los dientes, cepillándolos después de cada comida y usando hilo dental y enjuagues bucales con poder antibacteriano.

  


Realizar tratamientos de las enfermedades bucales si existen, como son caries, gingivitis y periodontitis o algún tipo de infecciones, por lo que es importante acudir al odontólogo.  Igualmente no comer en exceso alimentos condimentados, agregar la suficiente cantidad de fibras naturales a su dieta y tomar dos litros de agua diario. 

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